mayo 2019
¿Qué debo saber para comer bien?
A menudo, con la vida ajetreada que llevamos, tendemos a comer fuera, comer algo rápido o prepararnos un tupper para comer en el trabajo sin apenas ganas. Si quieres aprender a comer bien y, a la vez, proporcionar a tu organismo todos los nutrientes que necesitas de una forma nada aburrida, ¡este es tu post!
LÍNEA, DIGESTIVO
Para aprender a comer bien, el primer paso es conocer la base de una alimentación saludable y de cómo deberían ser las diferentes comidas del día.
Una alimentación saludable debería ser:
- Variada, es decir, debería contener todo tipo de alimentos y cocciones que te alejen de la monotonía de los platos de siempre.
- Equilibrada, esto es que te aporte todos los nutrientes necesarios para que tu organismo funcione correctamente.
- Suficiente, es decir, evitar hacer excesos o quedarte con hambre. La ingesta total de alimentos que consumimos a lo largo del día debería ir acorde al gasto energético que realizamos y a nuestras características físicas.
- Segura y libre de cualquier microorganismo u otras sustancias que puedan perjudicar a tu organismo.
Y entonces ¿cómo deberían ser las distintas comidas de nuestro día
Recomendamos fraccionar la alimentación diaria en 5 tomas: desayuno (mañana y media mañana), comida, merienda y cena.
- Desayuno: a poder ser, un desayuno saludable debería incluir fruta (en piezas enteras y en menor medida en zumos naturales), lácteos como la leche, el yogur o el queso, y cereales como el pan o cereales de desayuno bajos en azúcares. Recomendamos dividir el desayuno en dos tomas, uno al levantarte y otro a media mañana, en este sentido una buena práctica sería tomar un café con leche por la mañana con una pieza de fruta, y un bocadillo de pan integral con queso a media mañana
- Merienda: en el caso de la merienda, recomendamos incluir al menos dos de los alimentos incluidos en el desayuno (frutas, lácteos o cereales). Un ejemplo de merienda sería un yogur con avena y frutos rojos.
- Comidas y cenas: para preparar y escoger los diferentes alimentos céntrate en lo que se conoce como “el método del plato saludable”. Este método marca las proporciones de los diferentes grupos de alimentos que debes incluir. Así, las verduras y hortalizas deben representar la mitad del plato; los alimentos ricos en proteínas tan solo un cuarto (carne, pescado, huevo, legumbre, seitán, tofu, etc.) y los alimentos ricos en carbohidratos el otro cuarto restante (arroz, pasta, patata, legumbres, cuscús, etc.). De postre deberías apostar por fruta o yogur natural y, la bebida por excelencia, debería ser el agua. La idea es que, a la hora de escoger los diferentes alimentos, nos basemos siempre en este método, tanto en casa como fuera de ella.
¿Preparado para poner en prácticas estos consejos? No lo dudes, pruébalos ¡y verás como notas los resultados!